Una de las grandes clásicas de las Ardenas como Lieja-Bastogne-Lieja, tuvo un día esencialmente feliz para el ciclismo italiano. Justamente, un 21 de abril, hace 18 años, es decir en el 2002, fue la única vez que se gozó de un pódium totalmente transalpino.
La heroica gesta italiana
Paolo Bettini con el equipo Mapei-QuickStep fue quién ganó la ronda belga al llegar junto a su compañero de equipo, Stefano Garzelli. Ambos consiguieron escaparse para así lograr un hito que está al alcance de muy pocos ya que pocas veces se ven situaciones de este tipo en carreras de semejante calibre. Bettini, como líder del equipo fue quién se llevó el triunfo con ambos levantando la mano en la línea de meta.
En el grupo perseguidor, también rodeada de italianos, Ivan Basso fue quién logró el tercer escalón del pódium llegando a 15 segundos del vencedor. Acto seguido, entraron Mirko Celestino y Massimo Codol. Además, el Top-10 estuvo integrado por otros dos ciclistas más del país ya que Francesco Casagrande en octavo lugar y Davide Rebellin en noveno, fueron participes de la heroica italiana.
Fue la segunda vez que Paolo Bettini se hizo con el triunfo en la Lieja-Bastogne-Lieja después de haberse consagrado en el 2000. A partir de entonces, no logró más victorias pero resalta que hizo un segundo puesto y dos cuartos lugares en una carrera llena de logros donde le acompañaron 61 victorias durante sus 12 años de carrera.
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